Eso de beber mis propias palabras, de la verborrea insoportable de decirte un 1% de lo que siento; des-palabra, eso de callarme a mi misma para no cansarte, terminó por cansarme a mí, basta.Y no me gusta, quisiera poder decirte mucho más de lo que te digo, sentir menos de lo que siento; o ser distinta, para no necesitarte tanto.Pero de qué me sirve conjugar mis verbos si el futuro puede no llegar nunca.Tus ojos, y su profundidad; jamás creí tener la suerte de que me miraran, y no era suerte sino una especie de castigo anestesiado; estar ensimismada en la caída a tan turbias aguas que me ahogan.
Basta, te extraño.
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